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Álbum de recortes

ciencia y tecnología

Cifras representativas

Libertad Digital: Hace un par de semanas se hizo público un estudio de la norteamericana Universidad de Brown. Los datos daban para titulares escandalizados y, como quiera que es difícil resistirse a ello, caímos como moscas. Según el estudio, Bolivia o Togo superan a España en administración electrónica, algo que a primera vista resulta chocante.

Las razones de estos resultados es que el estudio es muy, pero que muy malo. Es difícil averiguar la razón que ha llevado a estos dislates en concreto. No obstante, la ciencia lleva muchos años afectada en su calidad por la búsqueda de fondos públicos. Los científicos se convierten, en muchas ocasiones, en meros captadores de dinero cuya principal función es convencer a funcionarios de las bondades de sus investigaciones. De ahí que se dediquen a fabricar titulares que llamen la atención, o nos convenzan de que grandes catástrofes como el calentamiento global son inminentes y necesitamos de su sabiduría con urgencia y grandes fortunas.

Daniel Rodríguez Herrera, 2004-10

Oír a medias hace escuchar

Oír a medias hace escuchar Nature: "Hello? Yeah, I'm on the train..." Hearts sink throughout the carriage as fellow passengers try to ignore the ensuing conversation. But what exactly is it that makes overhearing others' mobile phone conversations so annoying? Helped by a group of unwitting passengers, a team of British psychologists think they have the answer.

You might imagine that it's simply a question of being riled by loud voices spouting inane drivel about people we've never heard of. But that's not the whole story, say Andrew Monk and his colleagues at the University of York, UK.

We also feel an innate need to listen when we can only hear one side of a conversation, the researchers say. Even if it's no louder than a regular two-way exchange, the fact that we can only hear half means that we instinctively tune in, almost as if we're expecting to join in to complete the conversation.

If this idea is correct, the researchers reason, then mobile phone chatter should be no more annoying than overheard conversations where both people are present but only one voice is audible. When Monk and his team tested their theory on railway passengers in Britain, that's exactly what they found.

Party time

They asked student volunteers to hold scripted conversations, either face to face or on a mobile, within earshot of an unsuspecting passenger. The content was typically banal: they enthused about a forthcoming holiday and a friend's party.

Afterwards, a researcher approached the passenger and asked them how annoying and intrusive they had found the conversation. As the team reports in the journal Behaviour and Information Technology1, passengers rated two-sided exchanges as less noticeable than both kinds of single-sided conversation.

The team staged the one-sided face-to-face conversations by ensuring that both volunteers walked past the victim before sitting behind him or her, to establish that two people were present. "On a train there's a lot of background noise - it's not unusual that one person's voice would be obscured," says Monk. "Nobody thought it was unnatural or staged."

Monk argues that the study shows why mobile-phone babble is intrinsically annoying. In Britain, some trains now have a carriage set aside as a phone-free zone. "We never had [designated] quiet carriages before mobile phones," he says.

Cell yell

The "need to listen" effect probably works alongside other factors that make cellphones annoying, such as loud speech. In a previous study, Monk's team found that bellowing voices are indeed more irritating than softly spoken ones2.

This "cell yell" may be due to the fact that phone users don't get any feedback to tell them their voice is too loud, says Lee Humphreys of the University of Pennsylvania in Philadelphia, who has carried out a survey of attitudes to mobile phone use.

Another factor that makes mobiles annoying is the content of conversations, Humphreys says. "People are fine if there seems to be a purpose to the conversation, perhaps to tell someone you're running late," she says. "Calling for the sake of it is much less acceptable."

Participants in her study also complained of being forced to listen to intimate details of phone users' lives. These included arguments, gory details of relationship break-ups, and even "intimate gynaecological information".

Mobiles are still a relatively new invention and it will take time for people to develop an agreed etiquette, says Monk. As ever with new technologies, the Japanese are leading the way. Polite mobile phone users in Japan tend to turn away and shield their conversations from others.

If that fails to catch on, there's always the less genteel approach, Monk says. Many theatres and train companies are considering investing in jamming devices that will thwart phone pests before they've even had a chance to assault us with their oh-so-catchy ringtone.

Michael Hopkin, 2004-10-05

No hay comienzo

100cia: Gabriele Veneziano, padre de la teoría de cuerdas y su equipo, han propuesto un modelo cosmológico en el cual el denominado big-bang no sería el principio del universo (Investigación y Ciencia, 334, Julio 2004). Por lo tanto, el tiempo no tendría su inicio en él. Su modelo, basado en la teoría de cuerdas, expone que el universo ha existido desde siempre. La materia en él estaba muy enrarecida, y con el paso del tiempo dicha materia fue agrupándose poco a poco. En algunos lugares se llego acumular tanta materia que se formaron agujeros negros. La materia que caía en su interior quedaba para siempre separada del universo.

Esto sucedía en todos los agujeros negros; así pues, el universo primigenio quedaba dividido en fragmentos desconectados de él. Este proceso seguía inexorablemente y la materia continuaba acumulándose, aumentando así su densidad en el interior de dichos agujeros, pero según la teoría de cuerdas existe un limite para la densidad de materia que no puede ser rebasado. Cuando se alcanzó dicho limite la materia rebotó, comenzando así a expandirse. Ese momento sería lo que nosotros hemos denominado big-bang. Según este modelo, nuestro universo, sería el interior de un agujero negro.

Otro grupo de cosmólogos y teóricos han propuesto un modelo más extraño aun. Su modelo cosmológico parte de la idea de que nuestro universo es una membrana de varias dimensiones moviéndose a través de un espacio de más dimensiones. Para que la cosa no nos resulte tan extraña y difícil de digerir, reduzcamos el numero de las dimensiones. Imaginen que nuestro universo y otros que pudieran existir sólo tienen dos dimensiones, es decir, que fueran planos. Serían como enormes folios moviéndose en el espacio de tres dimensiones, al que tan acostumbrados estamos.

Según este modelo, dos universos membranas (los folios en nuestro caso) se irían acercando, hasta que llegaran a chocar, ese choque sería lo que nosotros conocemos como big-bang. A partir de ahí los universos membranas se irían separando y evolucionando cada uno por su lado. Pero llegaría un momento en el cual dejarían de alejarse y empezarían a acercarse de nuevo, comenzando así, un nuevo ciclo, el proceso continuaría indefinidamente. Seria indefinido en el tiempo tanto hacia el futuro como hacia el pasado, esto es, nunca hubo un principio.

Cierto es, que cuando uno lee cosas como estas, se pregunta si esto es ciencia, o más bien ciencia ficción. ¿Son esto simples especulaciones de científicos aburridos? No, lo más interesante de todo esto es que los modelos cosmológicos que defienden estos dos grupos de científicos son falsables. Dicho de otro modo, que podemos comprobarlos. Ambos grupos, basándose en sus modelos cosmológicos, han hecho unas predicciones sobre la frecuencia e intensidad de las ondas gravitatorias que deberían ser detectadas. Las ondas gravitatorias son oscilaciones del espacio-tiempo. Serían algo parecido a las ondas que se desplazan por la superficie de un estanque cuando alguien tira una piedra en él. Si una onda gravitatoria alcanza un cuerpo, éste, al paso de la onda a través suyo, se estirara y se comprimirá.

La teoría predice la existencia de dichas ondas aunque hasta el día de hoy no se ha detectado ninguna. Situación que puede cambiar con los observatorios como el LIGO y el VIRGO. Estos observatorios, junto con el satélite Planck, podrán, en opinión de Gabriele Veneziano, confirmar o desmentir estos modelos cosmológicos.

Ismael Pérez Fernández, 2004-09

Control remoto

Control remoto La Voz de Galicia: Científicos estadounidenses entrenan a ratas para que sean capaces de hallar bajo los escombros causados por un terremoto o atentado terrorista los cuerpos de las víctimas, según publica hoy la revista británica New Scientist.

Los científicos identificaron las señales nerviosas que emiten las ratas cuando huelen algo que les gusta, y las entrenaron para que encuentren irresistible el olor de los humanos. Después, desarrollaron un sistema de electrodos y se los implantaron en tres áreas del cerebro que procesan olores, preparan movimientos y reaccionan ante las recompensas. Estimularon entonces el área de las recompensas para que genere señales de placer cuando huela a humanos.

Cuando las ratas están entre las ruinas, los expertos controlan su evolución por ordenador y captan las señales de placer que emiten cuando perciben la presencia de un cuerpo. Su posición se detecta a través de señales de radio, y los equipos de rescate saben cuándo empezar a excavar.